Pléyade 33. De la sociología de la cultura a la sociología cultural: derivas teóricas, metodologías experimentales e intervenciones críticas

Envíos hasta: 15 de febrero de 2024.

"De la sociología de la cultura a la sociología cultural: derivas teóricas, metodologías experimentales e intervenciones críticas"

Desde sus inicios como disciplina, la sociología ha tematizado el concepto de cultura. Mientras algunas corrientes teóricas lo han considerado un concepto exangüe para interpretar los fenómenos sociales, otras lo han incorporado como un vector clave para descifrar las transformaciones de la sociedad moderna. Si bien los vocablos sociedad y cultura poseen un origen etimológico común —el latín—, su derivación teórico-analítica al juntarlos se ha caracterizado por mantener tensiones y problemas (algunos irresolubles y otros inevitables de afrontar). Hay una extensa lista bibliográfica que da cuenta de esto.

Sin embargo, la trayectoria de este entramado analítico en los últimos cincuenta años ha permitido un despliegue reflexivo inédito. A pesar de sus tensiones y debates con la antropología e historia cultural, la sociología alcanzó un estatuto analítico de alto rendimiento a partir de un andamiaje metodológico preciso y (auto)legitimado. La sociología de la cultura emergió entonces como un apéndice reflexivo que significó una revolución investigativa: a partir de las herramientas metodológicas estadísticas y cualitativas, y la administración formal de los marcos teóricos dominantes, los hallazgos comenzaron a develar que las actitudes, valores y significados estaban determinados por el estatus social o la posición social del individuo. Considerada como una lectura objetiva de todo fenómeno, esta matriz de lectura no solo sirvió como un material concreto para denunciar las profundas desigualdades existentes en las sociedades de finales del siglo XX, sino que también impactó significativamente en la toma de decisiones políticas. Hoy, en efecto, es difícil prescindir de entramados teóricos que provengan de esta herencia.

Aun cuando la lectura de los fenómenos sociales desde aquella sociología de la cultura ha aportado insumos clave para pensar el presente, hace algunas décadas atrás otra sociología ha retomado principios teóricos de diversas fuentes disciplinarias, entre otros la filosofía de la cultura de Paul Ricoeur. Uno de esos sociólogos es Jeffrey C. Alexander, quien ha planteado la necesidad de reformular la sociología de la cultura hacia una sociología cultural. Si la sociología tradicional recurre al proceder estandarizado para estudiar “el todo”, la sociología cultural se inclinaría por una lógica analítica que considera a la cultura por su lógica propia y que no está del todo determinada por las estructuras sociales y económicas. Al contrario, dichas estructuras —defendidas como factores determinantes por herencia de clase— son consideradas por la sociología cultural como obstáculos epistemológicos para avanzar hacia un verdadero entendimiento de la cultura en la sociedad contemporánea. Comprender cómo los actores humanos dan sentido a sus acciones sociales en sus contextos —es decir, en sus estructuras sociales— implica un ejercicio clave para estudiar los procesos de significación. Las interacciones sociales, las transferencias de significado y las influencias que estas tienen en las acciones de las personas son el foco de la sociología cultural.

Los significados que disputamos en el cotidiano —tanto con las/os anónimos como con las/os cercanos— van variando la forma en que categorizamos la realidad compartida. Los elementos culturales que nos rodean y que nos interpelan en nuestras trayectorias biográficas sirven, de esta forma, para elaborar vocabularios, gramáticas y orientaciones que van variando en el tiempo pero que dan sentido a nuestra vida. Estos postulados —que, ciertamente, se alimentan de escuelas y líneas de pensamiento fundamentales para la sociología como el interaccionismo simbólico, los estudios culturales y la idea de la “construcción social de la realidad” de Peter Berger y Thomas Luckmann— renuevan el interés por estudiar cómo ciertas formaciones simbólicas generan poderes, inequidades y conflictos en sociedades determinadas. En este sentido, el hacer sentido no es algo propio del individuo, o que se reduce solo a la experiencia subjetiva, sino un trabajo colectivo de significación. Son las interacciones entre grandes, medianos y pequeños grupos las que van reforzando significados y también variándolos. En suma, la producción de sentidos es una tarea permanente entre las estructuras sociales y la subjetividad individual, lo que nos lleva a recordar que la cultura es siempre el nombre de un problema.

Esta arquitectura teórica es especialmente relevante en el actual escenario iberoamericano. Tanto en Latinoamérica como en España y Portugal no solo se han vivenciado procesos políticos y exigencias revolucionarias inéditas en sus sociedades —en Ecuador, Chile y Colombia, por ejemplo, han sido testigos de recientes revueltas sociales en lucha por un nuevo trato social basado en principios de equidad, derechos, dignidad y solidaridad—, sino también se han visto impactadas por los efectos de la pandemia en los más diversos órdenes sociales e individuales. Hoy la sociedad se ve interpelada por sentidos y significados emergentes que reclaman nuevos entendimientos (y también nuevos disensos) sobre la vulnerabilidad social, la exclusión económica, el malestar cultural y la violencia simbólica. Hoy los cuestionamientos se enfocan en las elites políticas y sociales, y apelan a una reparación simbólica que haga justicia a desigualdades históricas.

Este número de Pléyade busca indagar en la conformación de nuevas cartografías de pensamiento provenientes de la sociología cultural en Iberoamérica. Se propone publicar artículos que exploren diversos problemas teóricos y empíricos que tomen como eje de análisis las reelaboraciones simbólicas en curso, así como también los parámetros político-culturales que están definiendo las formas de la vida cotidiana. En este marco, este número especial se interesa por artículos que no solo exploren problemas metodológicos, epistemológicos y teóricos de la sociología cultural, sino que también presenten y promuevan una búsqueda interdisciplinaria amplia y especulativa. Por ejemplo, son bienvenidas preguntas y problematizaciones por los significados y símbolos emergentes de la memoria, los movimientos sociales, las reivindicaciones indígenas, las rebeliones feministas, las percepciones del espacio (arquitecturas y urbanismos), la experiencia de ir al cine, a los museos y otros espacios artísticos, las exigencias normativas del fast fashion, los desafíos del body neutrality, el fomento del consumo ético, y otros. En suma, lo que se busca es establecer un marco de análisis que entienda las actuales sensibilidades simbólicas del espacio iberoamericano.

La siguiente es una propuesta no exhaustiva de posibles contribuciones a presentar en este número especial de Pléyade:

- Nuevos métodos cualitativos y cuantitativos de la sociología cultural
- Significados y símbolos emergentes de los estudios de la memoria
- Movimientos sociales y nuevas sensibilidades políticas
- Precariedad, vulnerabilidad social y fragilidad
- Perspectiva de género en cultura: los bienes culturales producidos por mujeres
- Cultura, cuidados y sostenibilidad
- Rituales, símbolos y luchas de las reivindicaciones indígenas urbanas y rurales
- Formas, lógicas y normas de las rebeliones feministas
- Cambios en las percepciones del espacio urbano en contextos de rebelión/estallido social
- La experiencia virtual de ir al cine, los museos y otros espacios artísticos
- Las exigencias normativas y unidimensionales del fast fashion
- Los desafíos por el reconocimiento de la diferencia del body neutrality
- Nuevas sexualidades y reconocimientos simbólicos de la no binariedad
- Definiciones hegemónicas, resistencias e identidades corporales
- Reconfiguraciones de la noción de enfermedad y contagio durante la pandemia
- Imaginarios del futuro en el contexto post-pandemia

Idiomas: Inglés, portugués y castellano.
Fecha de publicación: número 33, enero-junio de 2024.


Editoras/es invitadas/os:

Dr. Tomás Peters. Instituto de la Comunicación e Imagen, Universidad de Chile. tpeters@uchile.cl

Dra. Cristina Guirao. Departamento de Sociología, Facultad de Economía y Empresa, Universidad de Murcia, España. cguirao@um.es